viernes, 31 de diciembre de 2010

La tendencia digital en el 2011: Desconectarse

A diferencia de mis predicciones para el 2010, esta vez solo haré una predicción de las redes sociales para el 2011, la tendencia a desconectarse de ellas para ir en la búsqueda de la reflexión y la innovación. Llegó el momento en que muchos de nosotros haremos frente a la sobrecarga de información digital en las redes haciendo pausas mayores que nos permitan el análisis profundo, y una reconexión con lo que hay en nuestro físico medio ambiente.

Durante esta última década hemos tenido la fortuna de tener una cada vez mayor conectividad a Internet y ahora exigimos una híper-conectividad, afortunadamente parece inevitable que cada vez más personas tengan acceso a tecnologías que las conecte, eso es muy positivo y muy justo. Sin embargo, con esta revolución democrática de la información y expresión en las redes nos hemos convencido entre todos de que la búsqueda del éxito y la excelencia requieree del alcance de una permanente conectividad ¿lo es?

Pocos días después de alejarme de Twitter por unos días por motivos personales y de trabajo (aunque seleccioné el momento de forma repentina, debo confesar), me enteré que el director de “Inception” Christopher Nollan, no tiene un celular, no tiene una cuenta de correo electrónico y  no se conecta a Internet, asegura que eso le permite pensar, crear. Esto no demuestra que el Internet y el contacto con otras personas a través de nuestros dispositivos sea negativo, no, pero tiene sentido llegar a la conclusión de que es positivo alejarse para tener esos momentos de creatividad y profundidad que llevan a resultados grandes, como “Inception”, vaya.

Otro problema con estar conectado durante todo el día es la relación en el salto entre las múltiples tareas con la productividad, por ejemplo, yo en este preciso momento: Estoy escribiendo este post, luego leo un mensaje directo en Twitter que considero debo contestar de inmediato, recibo y contesto un mensaje instantáneo de mi marido en mi iPhone, después me llama por Skype un amigo con quien estoy realizando un proyecto que lanzaremos el próximo mes, hablamos durante unos 15 minutos.

Bien, cuando finalmente vuelvo al post me siento desconcentrada, me toma algunos minutos volver a enfocarme, perdí una idea que no puedo volver a recuperar con la rapidez y nitidez que quiero, por otra parte, me hubiera gustado tener unos minutos para reflexionar un poco las conversaciones que tuve, todo esto me causa algo de ansiedad. ¿Solo me pasa a mí?

Los mejores momentos creativos suceden cuando tenemos el tiempo y el espacio mental para tomar un pensamiento y seguirlo a donde nos lleve, la constante conectividad se vuelve un obstáculo. Los instantes de genialidad raramente se presentan, pero estando frente a nuestras pantallas y saltando de ventana a ventana todo el tiempo, nos estamos asegurando de tener menos de estos momentos ingeniosos y de llevar menos creatividad a lo que sea que nos dediquemos.

¿Cómo queremos armar revoluciones y resolver los problemas del mundo en las redes sociales sin hacer análisis y planeación, con publicaciones impulsivas sin conocimiento de los temas actuales? Ahí tenemos a WikiLeaks, todos creían saber de lo que hablaban, defendían o condenaban con interminables argumentos en Twitter sin saber que era WikiLeaks ni haber conocido los cables filtrados, esas publicaciones iban cambiando de tono e hasta de inclinación conforme pasaron los días, incluyendo la de líderes de opinión, periodistas, bloggers experimentados. La urgencia de la inmediatez jugó en su contra.

Publicaciones ignorantes y superficiales demuestran la necesidad que sentimos en ser los primeros en opinar e informar, son publicaciones erráticas, mal informadas, impulsivas, y quedan como prueba irrefutable de que no dejamos espacio para profundizar en la información que llega a nuestras manos en tiempo real, todos queremos estar permanentemente conectados, híper-conectados.

Estar conectados es bueno, estar conectados también es malo. Me encantaría abarcar este tema de forma más amplia y analítica en un futuro, por lo pronto, ¿Qué opinas de mi predicción? ¿Crees que es el futuro desconectarse para conectarse? La nueva media nos hace inteligentes, pero primero hay que saber como.

Fuente: http://www.rosauraochoa.com/2010/12/la-tendencia-digital-en-el-2011.html

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2000-2010: La década de las redes sociales

Mapa de relaciones sociales a través de Facebook diseñado por Paul Butler

Vale aclarar que hemos tomado la primera década de este siglo XXI como finalizada este año 2010, a pesar de la eterna discusión sobre si las décadas terminan en el año terminado en nueve o en cero. Es por eso que vamos a utilizar la fundamentación matemática que define el comienzo de una década en su año número 1, tal como sucedió en nuestro calendario occidental donde no existe el año cero d.C. (Después de Cristo), y no la utilizada por convención para agrupar las décadas por decenas. ¿Ya se confundieron lo suficiente? Bueno, sigamos entonces.

Las redes sociales han penetrado en la sociedad como hacía mucho tiempo no lo lograba ningún invento, logro, fenómeno social o natural, ni nada que se le parezca. Desde la era de la escritura y la imprenta, pocos sucesos lograron modificar los hábitos y costumbres de las personas a todo nivel, credo, edad o país de origen.

La manera en que las personas entendieron el uso de las redes sociales incluso modificó el panorama de los avances tecnológicos, favoreciendo tecnologías móviles en desmedro de otras quizás más eficientes y veloces pero poco prácticas para llevar todo el tiempo encima.

Recuerdo una anécdota que puede ayudar a entender la magnitud de lo provocado por las redes sociales y que me contó una vez un productor de bandas de rock emergentes mientras mirábamos el concierto de una de ellas. Le pregunté si pensaba que esa banda podría llegar a ser popular y me preguntó: ¿qué es “ser popular” para vos? Le contesté que vender discos y sonar en radios y tv, incluso ver a un joven con una remera de mi banda. Me contestó: Eso es “ser conocido”, ser popular es que te conozcan y canten tus canciones desde el niño de ocho años hasta la abuela de 99. Y esto es lo que sucedió con las redes sociales, se popularizaron hasta valores incalculables. ¿Alguna vez imaginaste en tus peores pesadillas que tu mamá iba a frecuentar el mismo sitio de internet que vos?

Un poco de historia

Aclaremos un poco el panorama nuevamente como para comprender mejor el por qué de este fenómeno. Por definición, en el mundo real una red social es una estructura social compuesta por grupos de personas unidas o conectadas de acuerdo al tipo de relación que comparten: amistad, parentesco, conocimientos, ideas o gustos comunes. Las relaciones sociales comenzaron a ser estudiadas en el siglo XVIII, donde se definieron los primeros tipos de interacciones y sus beneficios para los que integraban estos grupos. Pero recién a principios del siglo XX fue cuando el sociólogo alemán Georg Simmel comenzó a definir los atributos de las redes sociales modernas que llegan a nuestros días.

Los orígenes

Haciendo un salto histórico para no aburrir y yendo directamente al grano tecnológico, se puede afirmar que el origen de las redes sociales en internet tal como las conocemos y utilizamos en la actualidad comienza en 1995 de la mano de classmates.com, creada por Randy Conrads con el objetivo de ofrecer un servicio a los ex estudiantes de todos los niveles para mantener el contacto con sus viejos compañeros. Ya en los ‘80, Geocities había comenzado a ofrecer un servicio que heredaba algunas características de los foros y BBS (Bulletin Board System), muy populares en los ‘80 y ‘90, pero con una vuelta de tuerca orientada hacia la construcción de comunidades basadas en relaciones interpersonales y no sólo al mero intercambio de información.

La idea de una red social en internet tuvo su gérmen inicial en la teoría de los Seis Grados de Separación, la cual se apoya en la creencia de que se necesitan sólo seis personas para lograr conectarse con cualquier otra persona que exista en el mundo. Basados en una estadística que afirma que cualquier persona posee un promedio de 100 amigos o familiares con los que se relaciona, en forma exponencial este número de contactos se expandiría hasta llegar a la persona que querramos en cualquier lugar del planeta.

Pero no fue hasta comienzos del siglo XXI cuando comenzaron a aparecer sitios en internet basados en la creación de círculos de amistades online. En 2003 aparece MySpace y a comienzos de 2004, Google lanza Orkut. Apenas unos meses después nace Facebook, la red social que marcó hasta hoy el curso y la manera en que se definen las relaciones sociales en la red. En la actualidad existen más de 400 redes sociales definidas por segmentos profesionales, de amistad, familiares, para parejas, deportistas, militantes políticos o simplemente si tuvimos en suerte ser lindos o ricos.

El debate sobre la privacidad

Así como el auge de las redes sociales ha penetrado en todas las clases sociales, edades y culturas, también es cierto que han modificado de manera importante las relaciones en el mundo real. Incluso han renovado el concepto de narcisismo fundado por la psicología, a través de los perfiles de los usuarios de estas redes. Es un tema que recién ha comenzado a debatirse y a pesar de que se han realizado muchos sondeos y estudios, aún no se concluye sobre el concepto de “versión idealizada” de la personalidad real que muchos de los usuarios de redes sociales muestran para obtener popularidad, atraer amistades o relaciones sentimentales.

También existe un debate sobre la privacidad y los límites de la exposición a la que se someten los integrantes de estas redes. Hay una confusión entre el reclamo del usuario por defender su privacidad y lo que realmente expone en su perfil. Muchas personas se limitan a cuidar su intimidad mostrando sólo lo que desean de su vida real. Los reclamos sobre la privacidad no tienen tanto que ver con exponer la foto de un hijo o mostrar nuestro nuevo auto sino con la difusión de información sensible de nuestro perfil en forma poco clara o que rozaría la ilegalidad, información que luego es utilizada por empresas de consumo masivo o incluso por agencias de seguridad de países un tanto paranóicos de su seguridad. Así es como la megared social Facebook ha tenido que enfrentar algunos reclamos de usuarios por el no muy claro uso de sus datos personales.

Lo cierto es que esta exposición que nos delata a través de las redes sociales también es un mecanismo utilizado por empresas y corporaciones a través de nuestras actividades en la vida real, como comprar con tarjeta de crédito, pertenecer a un club de fidelización, comprar un ticket de un espectáculo o simplemente mirar un canal de televisión preferido.

Los límites todavía están por definirse. Si miramos hacia el futuro, muchos jóvenes que exponen las 24 horas de su vida en las redes sociales verán dentro de muchos años todas sus actividades adolescentes plasmadas en internet para siempre. ¿Se imaginan lo que podría significar para un arquitecto o contador que aspira a un puesto laboral de jerarquía verse expuesto ante sus evaluadores por su historial en las redes sociales? ¿Podría esto influenciar a una persona o empresa a reconsiderar a este potencial empleado? ¿Que pasaría si una empresa decide contratarnos por nuestro perfil social en internet y cuando nos presentamos resulta que todo lo que ofrecíamos en nuestro perfil es ficticio?

Estadísticas

Una infografía publicada por el sitio en.gauge media a mediados de 2010 muestra datos abrumadores como que el 96% de las personas entre 18 y 35 años están en una red social, el 78% de los usuarios de redes confían en las recomendaciones de sus pares y que Twitter suma más de 300 mil nuevos usuarios por día a su red de microblogging.

Durante 2010 Facebook superó los 500 millones de usuarios activos. Imaginense si fuera un país, podría convertirse en el tercero más poblado de la tierra, detrás de China e India. A pesar de estas cifras, redes sociales como QQ Zone en China (150 millones de usuarios), Orkut en Brasil e India (100 millones de usuarios) y Vkontakte en Rusia (50 millones de usuarios) también lideran regiones aún no conquistadas por el concepto más estadounidense que ofrece Facebook.

Según el ránking de Alexa, entre los diez sitios más visitados en el mundo, cinco de estos puestos son ocupados por redes sociales: Facebook (2), Youtube (3), Blogger (7), QQ Zone (9) y Twitter (10).

¿Cuál será el próximo salto tecnológico que moverá nuevamente los usos y costumbres de nuestra sociedad como lo han hecho las redes sociales? ¿Llegaron para quedarse o cuando las personas se aburran de exponerse y tener miles de amigos que ni siquiera conocen se aburrirán y buscarán otra diversión?

Fuente: http://www.fayerwayer.com/2010/12/2000-2010-la-decada-de-las-redes-sociales/