domingo, 26 de octubre de 2014

Entre la playa y el bosque de La Pedrera

La semana pasada iniciábamos nuestro recorrido por el hermoso pueblo de La Pedrera. Hoy, lo concluiremos explorando algunas partes de sus playas y bosques.

Como les comentaba anteriormente, la pedrera es la absoluta contraposición de Punta del Este. Pequeña, colorida, y en estrecha comunión con sus recursos naturales, este destino nunca deja de sorprendernos.

Al arribar, y con algunas pocas indicaciones, (y no mas de un par de vueltas equivocadas), llegué siguiendo las serpenteantes calles que se van internando entre la vegetación, al hostel. Desde ahí, tuve la oportunidad de recorrer parte del bosque, para salir desde éste, directamente a la playa. Un sueño!

Si en Piriápolis fue sorprendente la combinación cerros/playa, esto es directamente alucinante.
Como en cada destino, las playas se dividen en Mansa y Brava. Respectivamente, la del Desplayado sirve al ocio y la recreación sin emociones fuertes, mientras que en la del Barco, el vértigo se presenta, sobre todo, ideal para los amantes del surf.

Caminar por los bosquecitos de La Pedrera es increíble. Incluso las casas que en él encontremos desperdigadas mantienen una relación muy armónica con el ambiente.

Las playas son un sueño. Los cielos infinitos acarician las aguas del mar, intentando tranquilizarlas, pero éstas no dudan en arremeter con buen carácter la barrera de piedras de la pequeña punta. Un espectáculo para horas de contemplación, sin más.

La Pedrera se recorre en un día completo de caminata moderada, es un pueblito chiquito en donde todo está cerca, pero esto se agradece, porque la variedad de pequeños detalles con los que nos encontraremos deteniendo la marcha para contemplar, merece cada minuto que podamos dedicarles.

Los precios si bien son poco mas altos que en Piriápolis, no alcanzan ni de cerca lo exorbitante de Punta del Este, por lo que si el presupuesto lo permite, les recomiendo una estadía de dos días aquí.

Aunque tuve mayoritariamente una linda jornada de sol, febrero 2014 fue puro nubes y lluvia, y como era de esperar, cerré mi día de caminata luego de un lindo chaparrón que me agarró a mitad de camino, ya volviendo al hostel, con un atardecer memorable.

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También podés verlas directamente desde Picasa.

La semana que viene, continuamos hacia el este… Cabo Polonio nos espera!