domingo, 25 de enero de 2015

El Zoo de Buenos Aires

Hacía tiempo que quería volver al zoológico de nuestra capital. Tenía recuerdos muy vagos de visitas que hice en mi infancia, pero prácticamente no había vuelto desde entonces, así que resolví liquidar este pendiente, y dedicarle una tarde de verano.

Si bien los recuerdos a tanta distancia de tiempo tienden a deformarse, (y a magnificarse, desde tan baja estatura), me resisto a creer que el zoológico siempre estuvo en estas condiciones.

Mi memoria me hablaba de un lugar lleno de gente, paseando, felices, maravillándose con las no menos animadas fieras, cada una acondicionada según sus necesidades en un pequeño palacio enrejado. Pero poco queda de ese brillo que se incrustó en mi memoria hace treinta y pico de años.

Encontré en principio, un público mas bien escaso, lo que de por sí reduce notablemente la atmósfera festiva de mis recuerdos, pero avancé en el recorrido y paulatinamente me encontré con una realidad bastante mas sórdida de lo que creía… Porque si bien el tiempo pasa, y pasa para todos, me tomó por sorpresa el deterioro, la tristeza, y la decadencia de esta memoria de mi infancia.

El parque en sí, está en muy buenas condiciones, pero prácticamente la mitad de las jaulas están vacías y en estado de abandono, lo que es una tremenda pena. Verdaderas joyitas arquitectónicas que estaban relacionadas en su estilo de construcción, con su especie albergada, y por lo que el predio fuera declarado Monumento Histórico, hoy, resoplan con pesar años de falta de uso y mantenimiento.

Pero lo demoledor, fue, en los pocos habitantes que quedan, la expresión de angustia. No soy un experto en la materia, pero no sentí que los animales estuvieran en buenas condiciones. Los vi mayoritariamente tristes y desanimados, lo cual es lógico cuando, por mas buena voluntad que tenga tu carcelero, éste te siga privando de tu libertad.

Ojalá en algún momento empiecen a liberar a estos pobres bichos en sus hábitats naturales, y le devuelvan el esplendor que perdieron tanto al parque como a sus construcciones. Que el espacio quede simplemente como un lugar hermoso de paseo que conserve la memoria de los tiempos que ya no son.

Actualización: El grupo #SinZoo tiene un petitorio online que podés firmar en www.sinzoo.com.ar o en www.facebook.com/SinZooArgentina/, además de organizar diferentes actividades que promueven no solo la transformación del parque en un Jardin Ecológico y la correcta reinserción de sus habitantes, sino también muchas alternativas para disfrutar de paseos al aire libre en un vasto, (y bastante poco conocido por quien escribe), circuito de reservas naturales cercanas, tanto capitalinas como bonaerenses.

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