miércoles, 15 de junio de 2016

Los secretos del Palacio Barolo

Hoy, nos quedaremos en Buenos Aires y recorreremos el magnífico Palacio Barolo, descubriendo que es mucho mas que un edificio de oficinas, de los tantos que hay sobre la Avenida de Mayo, en su cruce por el porteño barrio de Monserrat. Éste, cuando fue construido, era el edificio más alto de la ciudad y de América del Sur, al igual que su hermano 'gemelo' en estilo ecléctico, "hijo" del mismo arquitecto, pero cito en Montevideo: El Palacio Salvo.


El arquitecto italiano Mario Palanti construyó este palacio a pedido del empresario textil Luis Barolo, diseñando incluso los elementos de detalle como picaportes, lámparas y jaulas de los ascensores, en un caso de auténtico concepto integral. Entre el 7 de julio de 1923, fecha de la inauguración, y 1935 fue el edificio más alto de la ciudad, habiendo sido desplazado del primer puesto cuando se construyó el Kavanagh. Su altura en metros es equiparable a la de un vigésimocuarto piso actual.


Su propietario tuvo en mente construirlo para utilizar tres pisos y luego alquilar los demás. Hoy, funciona como un edificio de oficinas (tiene 520 locales), con un partido de plantas libres novedoso para la época y vigente en la actualidad. En la cúspide posee un faro de 300.000 bujías "sistema Salmoiraghi" que se encendía en ocasiones especiales. La obra costó m$n 4.500.000, y para ella se utilizaron 650.000 kg. de acero, 3.500.000 ladrillos y 70.000 barricas de cemento Portland. Por cierto, todos los materiales decorativos fueron importados, como por ejemplo el mármol de Carrara utilizado para los revestimientos.


Ya que por la zona corre, entubado, el viejo Arroyo Tercero del Medio; fue necesario que las fundaciones del edificio contemplaran el paso del curso de agua. Así, desde el sótano del Barolo es posible acceder, mediante un túnel, al entubado del antiguo arroyo colonial.


El edificio está lleno de analogías y referencias a la Divina Comedia, motivadas por la admiración que su creador profesaba por Alighieri. La división general del Palacio sigue la estructura de la Divina Comedia, es así que el Palacio tiene tres partes, al igual que la obra de Dante: Infierno, Purgatorio y Cielo (el faro representa al Empíreo). Además, la división estructural sigue en todo una correspondencia exacta y el Faro representa a los "Nueve Coros Angelicales". De hecho, uno de los planes de Barolo y Palanti era trasladar los restos de Dante al edificio, que funcionaría como mausoleo del gran poeta.

La estructura tiene 100 metros hasta la punta del faro, mismo número de cantos que tiene la Divina Comedia y 22 son los pisos, al igual que las estrofas de los versos de esta obra. La construcción para su época fue una gran innovación por el uso artístico del hormigón armado, dentro de un peculiar estilo ecléctico (llamado por muchos "romántico") con reminiscencias del gótico y especialmente del arte islámico de la India. Erróneamente, se ha intentado encasillar al Barolo dentro de corrientes de la época como el art nouveau, o el art decó, pero se trata en realidad de una pieza única en su tipo, realizada en un estilo propio cultivado por Palanti.

En 1997 este edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional. Actualmente en el edificio funcionan varias agencias de turismo, una escuela de español para extranjeros, una tienda que vende ropa para tango, oficinas de contadores, abogados y una sala de teatro en el sótano.


El faro ubicado en la cima de la torre del Palacio Barolo volvió a funcionar el 25 de septiembre de 2009. Se proyectó un haz de luz sobre la ciudad de Buenos Aires como parte de los festejos del Bicentenario y cada día 25 de cada mes se iluminó durante media hora el cielo nocturno porteño desde la torre hasta el 25 de mayo de 2010.


En 2012, se estrenó “El Rascacielos Latino”, un documental dirigido por Sebastián Schindel que analiza la historia y las curiosidades en el diseño del edificio. El film, de una hora de duración, fue elegido ganador nacional en el Festival de Cine Documental 4 MenDoc 2012, se presentó en el BAFICI 2012 y fue estrenado al público en noviembre de ese año, en el Centro Cultural San Martín.


Recomiendo enfáticamente la visita guiada a este clásico de la arquitectura bonaerense, sobre todo,
en su versión nocturna, la cual desarrollo a continuación.

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