Las plazas principales, San Martín y Alsina, en asimétrica disposición convocan respectivamente a visitar los principales edificios administrativos de la ciudad, así como su centro histórico. Además hay otras plazas y plazoletas menores pero no menos interesantes, como la plazoleta del fundador, la plazoleta de la integración y la placita que da entrada al ministerio de economía, la cual cobija un paseito de hermosas estatuas.
La ciudad también cuenta con anchos, (Muy anchos!), y arbolados boulevards. Créanme, verdaderamente llama la atención el espacio que ocupan. Algo muy bueno del trazado viedmense en definitiva, ya que se ha dejado mucho lugar al respiro de sus ciudadanos.
Y como no podía ser de otra manera, al igual que en cada vereda, en cada espacio verde nos encontraremos la mas variada colección de árboles. Realmente los hay de todos los tipos, colores, y formas, sin seguir un patrón específico. También este punto me asombró muchísimo!
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También podés verlas directamente desde Picasa.
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Coronando la lista de espacios verdes, la ciudad cuenta con un hermoso parque a lo largo de su mansa margen en el Rio Negro, en donde encontramos desde juegos para chicos, hasta escuelas de canotaje. Puro disfrute!
Un punto aparte es el majestuoso y manso Rio Negro, el cual se aprecia tanto desde su costa, como desde cualquiera de ambos puentes, como describí anteriormente.
Aquí se practica principalmente y gracias a sus tranquilas aguas, el canotaje en sus diferentes formas: Kayak, slalom, canoa, etc.
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La semana que viene, nos vamos algo mas al sur, a visitar el vecino pueblo balneario “El Condor”…