domingo, 21 de julio de 2019

Serranía del Hornocal

Y desde Humahuaca, llegó el momento de cumplir otro maravilloso sueño: ¡Visitar el extraordinario Cerro de los 14 colores!

Llegar para un paseante a pié como uno no es problema: Desde el puente que interconecta ambas partes de la localidad de Humahuaca, cerca de la feria, salen todo el tiempo camionetas 4x4, que cuando completan sus plazas, inician el camino. Dada la cantidad de turistas en la zona, y el vivo anuncio de los conductores, pregonando “Al Hornocal!” a viva voz, ésto sucede en poco tiempo.

La serranía de Hornocal es una sierra ubicada a 25 kilómetros de la ciudad de Humahuaca y es parte de la formación calcárea llamada Yacoraite que se extiende desde la provincia de Salta, atravesando la Quebrada de Humahuaca y luego el Altiplano boliviano hasta Perú.

Tiene una altura de 4761 metros sobre el nivel del mar, cosa que hay que tener en cuenta a la hora de visitar su mirador. Comer bien, no deshidratarse, aclimatarse, moverse despacio y coquear ayudar en el proceso de evitar el apunamiento.

Su forma característica es resultado de un efecto de corte, lo cual consiste en la erosión en ángulo de un conjunto de capas paralelas que produce un efecto visual similar al de plegamientos (erróneamente asociado a esta serranía con frecuencia).​

El mejor momento del día para visitar la Serranía del Hornocal es por la tarde, ya que el sol de ese momento del día resalta sus diferentes colores. Anecdóticamente, yo lo hice en las primeras horas de la tarde, y como pueden ver, los colores están en su plenitud, pero gracias a la posición cenital del sol casi no registré sombras, lo que me dio una vista con una sensación mas plana que texturada.

La zona del mirador no es mucho más que un sector donde se pueden estacionar los vehículos. El mirador se encuentra a 4.350 msnm. y es el mejor punto para contemplar las vistas panorámicas.
Ojo, en el lugar no hay infraestructura, ni refugios, ni baños, ni agua, así que vayan preparados. Imprescindibles el abrigo, ya que los vientos son atroces y muy frescos. Lleven también protector solar, porque por otra parte, el sol pega y mucho, y tengan en cuenta que acá, no hay señal de celular.

Mis fotos transmiten pobremente la experiencia, tal vez en esta ocasión más que en ninguna otra, por lo que esta vez la recomendación de ir a vivirlo, va con mucho mas énfasis :)



La próxima semana, seguimos viaje hacia el norte y volvemos a Salta, para disfrutar de la magia de Iruya…