¿Y cómo evitarlo? Y una vez ahí, ¿Cómo evitar el impulso de traerte conmigo, aunque sea de a pedacitos?
Tal vez, un poco de eso se traten estos recortes, que nacieron con una mezcla de magia y melancolía.
¡Nunca me voy a cansar de visitarte Rosario!
Sean todos bienvenidos a los recuerdos de mi última visita a esta ciudad, que sin dudas, ha sabido como cautivarme :)
…¿Te quedaste con ganas de más Rosario?