domingo, 1 de marzo de 2020

Paseando por San Miguel de Tucumán – La Ciudad

Habiéndome despedido de Catamarca, era hora de continuar hacia el último destino donde haría base en este recorrido por el NOA. Las Provincias de Salta, Jujuy y Catamarca quedaron atrás, y ahora le tocaba el turno a Tucumán, y el puntapié inicia, lo daría en su capital…

La capital de la provincia de Tucumán es conocida como El Jardín de la República, y es la sexta mayor ciudad de Argentina, después de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, La Plata, y Mar del Plata. Es además la ciudad más importante de la región del Norte Grande Argentino. Su crecimiento ha superado los límites originales, llevándola a ocupar territorios de los departamentos circundantes en todas las direcciones, dando así origen a la conurbación del Gran San Miguel de Tucumán, la cual se sitúa, conforme al censo del año 2010, como la quinta urbe de mayor tamaño del país. Su importancia histórica se debe, principalmente, a que fue aquí, donde se produjo la Declaración de independencia de la Argentina, el día 9 de julio de 1816.

El departamento capital posee una superficie de 90 km², de los cuales la mayor parte está urbanizada a excepción de algunas zonas del cuadrante noreste. El centro de la ciudad y sus zonas aledañas concentran la mayoría de las actividades comerciales, financieras e institucionales más importantes de todo el norte argentino. Este sector está delimitado por cuatro avenidas (Sarmiento al Norte, Avellaneda / Sáenz Peña al Este, Roca al Sur, Alem / Mitre al Oeste) que conforman un rectángulo de 14 cuadras de ancho por 18 cuadras de largo constituye también el sector más densamente poblado debido a la gran cantidad de edificaciones en altura que se desarrollan en dicha superficie.

La trama original, notoriamente perceptible en el microcentro y casco histórico de la ciudad, presenta la forma de damero o cuadrícula, como ocurre en casi todas las ciudades grandes de Argentina fundadas en tiempos de

La Avenida de Circunvalación que corre a través del este de la ciudad constituye una vía rápida para cruzar la ciudad de norte a sur o viceversa y evitar entrar en la zona urbana.

En 2000 el Gobierno Nacional declaró a San Miguel de Tucumán Ciudad Histórica tanto por su rol en la historia argentina como por el patrimonio arquitectónico y urbanístico. Gran parte de sus calles se encuentran exornadas con árboles floridos tales como el tarco, el lapacho, el naranjo, la tipa.
En lo arquitectónico se destacan la bellepoquiana Casa de Gobierno, edificada a fines de siglo XIX en un moderado estilo Art Nouveau, de su interior destaca el Salón Blanco, en el que se reciben a las personalidades que visitan la ciudad. Y de su exterior, la coronación por tres cúpulas y su escalinata de acceso, además de la consabida fachada.

En el centro de la ciudad se distinguen templos religiosos como la antigua Catedral que preserva algunos elementos coloniales y aportes de la arquitectura italiana de siglo XIX, la Iglesia de San Francisco (ambos templos declarados Monumentos Históricos), la Parroquia de San Roque, la Basílica del Santísimo Sacramento más conocida como Iglesia de Santo Domingo, la Basílica de Nuestra Señora de La Merced y la de Iglesia Nuestra Señora de Lourdes que presenta un estilo neogótico.

También merece muy especial atención la Casa de la Independencia, donde un cuerpo de delegados de la mayoría de las Provincias Unidas del Río de la Plata, conocido como el Congreso de Tucumán, proclamó la declaración de independencia de la Argentina, el 9 de julio de 1816, esta casa además presenta esculturas de Lola Mora. Otros edificios notables son: el Teatro San Martín, cuyo edificio es de interesante arquitectura con elementos neoclásicos de fines de siglo XIX; y el Correo Central, que combina rasgos de la arquitectura medieval europea (románicos y góticos) con una torre fuertemente inspirada en los palazzi de Florencia (especialmente el Palazzo Vecchio).

Otros edificios notables son la vieja Legislatura de Tucumán (antiguo Casino, con su imponente arquitectura italiana y sus cúpulas simétricas), el Palacio de Tribunales (de sobrio estilo monumental pero racionalista), el Casino de Tucumán (antiguo Savoy Hotel, construido en 1912), la casa natal de Nicolás Avellaneda, el Colegio Nacional Bartolomé Mitre y el Campo de las Carreras, donde se libró la batalla de Tucumán, actualmente transformado en un parque histórico.

Tómense su tiempo cuando visiten esta bellísima capital para caminarla y apreciar plenamente sus hitos arquitectónicos, sin dudas, un lujazo, y una emoción tremenda, el visitar la histórica casita de tucumán. Una emoción, como pocas :)



La semana que viene, continuamos recorriendo la capital tucumana, desde sus plazas y parques