Jueves 11/10/12. 21Hs. Teatro ND Ateneo. Buenos Aires, Argentina. Jon Carin y Guy Pratt presentaron "Pink Floyd & Beyond".
Repasemos un poco.
En 1985 Jon Carin, tocando con Bryan Ferry, conoce a David Gilmour tras bambalinas en Live Aid. Inmediatamente se forja una gran amistad entre ellos, cuyo primer fruto es la composición conjunta de Learning to Fly, el premiado corte de difusión de “A Momentary Lapse of Reason”, el siguiente album de Pink Floyd, con quienes seguiría tocando hasta el fin de sus días como tecladista y vocalista. Luego, Seguiría al lado de David Gilmour en casi toda su nueva etapa solista. Junto a él, aprendería a tocar también, la guitarra. Paralelamente, acompañaría a Roger Waters en sus giras, como cantante, tecladista, y, desde la guitarra slide.
Guy Pratt se une a Pink Floyd luego de la partida de Waters, para las presentaciones en vivo, ya que en “A Momentary Lapse of Reason” fué Tony Levin el responsable del bajo, y, en “The Division Bell”, fué el propio David Gilmour quien grabó casi todas las bases de bajo, salvo por algunas tomas que hizo el propio Pratt. Con una extensa carrera a en su espalda, (al igual que Carin), Pratt supo darle un aire muy fresco al bajo de la banda, sin perder su escencia. Además, ayudó con su voz en muchos de los clásicos, como puede verse en Delicate Sound of Thunder y PULSE. Luego, seguiría tocando con Gilmour en su nueva etapa solista, también junto a su suegro, Richard Wright.
Estos dos monstruos, a quienes ya había visto en 2010, en el inolvidable The End Connection, (junto a la banda local tributo a Pink Floyd, The End, y con la participación de Durga Mc Broom, corista también en la etapa final de Pink Floyd), vinieron en ésta oportunidad a versionar ellos mismos algunos clásicos y rarezas mayoritariamente del universo Floydiano.
El show fué impecable y muy emotivo, con el acompañamiento de artistas locales que verdaderamente estuvieron a la altura de estos dos grandes músicos: El guitarrista Matías Dietrich, (de The End), Martín López Camelo en teclados y saxo y Diego Olivera en batería.
Carin se desenvolvió perfectamente, sólo desde la guitarra, compartiendo para mi sorpresa algunos solos con Dietrich con total maestría, y, llevando adelante la voz principal del ensamble.
Pratt es un increíble bajista que juega como quiere en todo momento, pero sin perder su responsabilidad rítmica de base. Y como siempre, deja ver su formación actoral, saltando, correteando y divirtiendo a la audiencia y a los otros miembros de la banda. Su timbre de voz fué el complemento perfecto para Carin, como si de dos clones de Gilmour y Wright se tratara.
El set de versiones, abarcó mayoritariamente clásicos de Pink Floyd, de lo que se pueden destacar la emoción de ver al creador de Learning to fly, interpretando su propio gran aporte a dicha banda, y, las rarezas como Scarecrow de la época de Barret. También tocaron algunas perlitas de la primer etapa de David Gilmour solista, y de Pete Townshend y Roxy Music.
Un show verdaderamente inolvidable, tanto por su calidad técnica e interpretativa, como por lo emocionante que resulta presenciar a estos dos pequeños gigantes.
Les dejo el video con ocho fragmentos del show, incluyendo partes de One of these days, Pigs, Learning to fly, Wearing the inside out, Breathe, Comfortably numb y Wish you where here.