Iniciamos la caminata desde el sur de los barrios, desde la Alameda, por la vecindad de la sinuosa Concha y Toro, rumbo al centro del barrio Brasil. Éste, originalmente conforma parte del loteo que da origen al vecino barrio Yungay, fundado en 1839. Junto a los barrios Dieciocho y República, fue un característico sector de la clase alta chilena desde mediados del siglo XIX. Por esta razón, se haya una mixtura de construcciones de estilo neogótico, neoclásico y tradicional chileno.
A partir de 1940, los nuevos loteos en la comuna de Providencia y el traslado de la Escuela Militar a un predio del fundo San Luis, hacen que la aristocracia de la ciudad se traslade a la zona oriente de la ciudad. De esta manera el sector inicia una lenta decadencia de marcada por la incapacidad de los nuevos dueños de las propiedades del sector de dar adecuada mantención a las grandes construcciones del barrio.
Debido al abandono y progresivo deterioro de la mayoría de las grandes casonas del barrio, añadido a la degradación urbana general del sector occidente de la comuna, el Barrio Brasil experimentó la pérdida de parte de su patrimonio arquitectónico. Después del terremoto del 3 de marzo de 1985 la Basílica del Salvador fue severamente dañada, lo que llevó a su clausura,
Con la llegada del año 2000, el barrio ha asumido una identidad con la creación de espacios de cultura y arte, de recreación y esparcimiento, además de ser sitio de nuevas construcciones que pretenden atraer familias jóvenes de clase media, al centro de la ciudad. Parte del patrimonio arquitectónico del barrio ha sido renovado con numerosos restoranes y cafés, lo que ha generado un polo de vida bohemia en este sector.
Seguidamente, y encarando mis pasos hacia el Oeste, visité el barrio Yungay.
Yungay es un tradicional barrio residencial, que muestra características propias frente al avance de la modernidad que manifiestan otros barrios de la ciudad. Su hito principal es la plaza homónima, donde se encuentra el Monumento al Roto chileno, que es un homenaje al chileno del pueblo, y su identidad queda marcada por las infinitas expresiones de arte urbano que pueden encontrarse.
Nuevamente y como en Valparaíso, uno recorriendo el barrio, asiste a una verdadera galería de arte al aire libre. Tal es así, que un sector fue declarado Monumento Nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile en la categoría Zona Típica, en 2009.
Tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, el Barrio Yungay y su organización ha sido ejemplo nacional de cómo enfrentar la catástrofe, constituyéndose a pocas horas las Brigadas de Emergencia Patrimonial que lograron enfrentar con cerca de 1.000 voluntarios las primeras horas de la emergencia. Gracias a la acción de la organización, no hubo ninguna demolición total, y luego se desarrolló la campaña “Yo restauro mi Barrio”, con objeto de recuperar el patrimonio arquitectónico del barrio con jornadas de trabajos voluntarios, y la creación de la Escuela Taller de Artes y Oficios Fermín Vivaceta. La respuesta vecinal de Yungay y de sus propios dirigentes, más allá de esperar la ayuda de la administración central, consolidan una identidad de barrio y de conservación de su patrimonio.
Vamos entonces a recorrer las calles de este sector, que tantos detalles esconden!
La semana que viene exploraremos el último hito histórico patrimonial de este recorrido, antes de emprender la vuelta, desde la localidad de Maipú…