domingo, 29 de enero de 2017

Conociendo Ingeniero White – Los Museos

Y estando en Ingeniero White resulta imposible no visitar sus dos museos emblemáticos. Uno, desde el agua, otro, desde la tierra. Ambos, conjugando el espíritu Bahiense de comunión entre el puerto y las líneas de ferrocarril, son las estrellas de la localidad. Hoy, visitamos el Museo del Puerto, y su vecino, el Museo-Taller Ferrowhite.

Primero, por cercanía, visité El Museo Del Puerto: Dependiente de la Municipalidad de Bahía Blanca, este museo fue creado en el año 1987 por iniciativa de un grupo de vecinos. Es un museo comunitario que registra, promueve, elabora y trabaja con el patrimonio natural y cultural del pueblo a través de relatos orales, celebración de fiestas, armado de “instalaciones” y espectáculos, y el funcionamiento de su restaurant de comida casera.


Su edificio constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura portuaria: de chapa y madera sobre pilotes, fue construido en el año 1907 por la compañía inglesa del Ferrocarril del Sud para el resguardo de Aduana.


Las salas del museo ponen en escena el pasado inmigratorio del lugar desde la perspectiva de la vida cotidiana: cocina, peluquería, bar, casa y escuela son algunos de los espacios que se recrean con objetos marcados por el uso diario (ollas, cachadas, tijeras de poco filo, viejos cuadernos escolares) y objetos de cotillón, barquitos de papel glacé, pescados y sirenas de cartapesta) en un marco variado de voces, música, texturas, luces y sombras.


Tras este pintoresco recorrido, enfilé hacia el Museo-Taller Ferrowhite, instalado en el edificio que fuera taller de la usina General San Martín, hallándose justamente, junto a este abandonado titan, el cual no sería mala idea que fuera puesto en valor y reacondicionado, como sucedió con La Usina del Arte, para un fin similar. Este museo aloja herramientas y útiles recuperados tras la privatización y el parcial desguace de los ferrocarriles en la década del 90.

Martillos, tornos y tenazas; escariadores, sierras y bigornias; caladores, cuchillos y piedras de afilar son el punto de partida para intentar comprender cómo se organizaban los talleres en los que esas herramientas eran utilizadas, cómo eran el orden y los conflictos de la sociedad a la que servían, y qué tal resultan, en comparación, las cosas hoy.


Ferrowhite se define un museo taller. "Un lugar en el que las cosas, además de ser exhibidas, se fabrican. ¿Y qué produce un museo taller? Un museo taller genera nuevas herramientas. Útiles para ampliar nuestra comprensión del presente y, por tanto, nuestra perspectiva del futuro, forjados en la labor con objetos y documentos del pasado, pero también en el cuerpo a cuerpo con la experiencia vital de cientos, miles de trabajadores que forman parte de, y le dan forma a, esa historia".




La semana que viene, finalizamos este increíble viaje desde la ciudad de Bahía Blanca, conociendo el Parque de la Independencia, el mirador de la barranca, y el Museo "El Histórico". Hasta entonces!




domingo, 22 de enero de 2017

Conociendo Ingeniero White – El Barrio y El Puerto

Y despidiéndome de Choele Choel, y micro de por medio, llegué a Bahía Blanca, en búsqueda de mi tres últimos destinos en este recorrido maravilloso que iniciara llegando a Neuquén. Y el primero de ellos sería la localidad portuaria de Ingeniero White.

Ingeniero White es una localidad y puerto de la provincia de Buenos Aires. Se encuentra ubicada en el partido de Bahía Blanca, a 10 kilómetros de la ciudad de la ciudad homónima, con la que se encuentra conurbada en el denominado Gran Bahía Blanca. El puerto de la localidad es uno de los principales puertos de ultramar de Argentina, y el movimiento económico alrededor de él fue el factor más importante en el crecimiento de la cabecera del partido.


El complejo portuario abarca 25 kilómetros sobre la costa norte de la ría de Bahía Blanca. Posee un moderno balizamiento con 62 boyas luminosas alimentadas por energía solar. En el interior de la ría, está el Puerto de Ingeniero White con un calado de 45 pies. El Muelle Multipropósito de 270 metros de eslora recientemente inaugurado, los muelles de Puerto Galván y la Posta de Inflamables completan las instalaciones.


Este sistema portuario ofrece una salida directa al Océano Atlántico desde el único puerto de aguas profundas del país, con muelles para operar todo tipo de buques y mercaderías, y el primer puerto autónomo de Argentina. Posee además un sistema de control de tráfico radarizado, único en América Latina.


El Puerto de Bahía Blanca ha sido históricamente un puerto de cereales por su proximidad a las principales zonas agroexportadoras del país. Hoy es además químico y petroquímico, y exporta principalmente materias primas. Una Reserva Natural de uso múltiple que comprende varias islas e islotes adyacentes, ubicada al N NO del canal principal, permite la investigación para el uso racional de los recursos naturales con el objeto de conservar el ecosistema.


Tanto el puerto como sus adyacencias, cobraron una gran importancia en los principios del siglo XX, por la gran llegada de inmigrantes, europeos en su mayoría, los cuales se instalaron tanto en las inmediaciones portuarias como en la ciudad de Bahía Blanca. El pueblo se componía en sus comienzos de precarias viviendas de chapa y madera, muchas de ellas aún existentes, lo cual ha contribuido a dar una nota característica al paisaje urbano.


Los invito entonces a recorrer, desde algunas de las postales que hice en las callecitas del barrio portuario y el mismo puerto, esta parte de Ingeniero White:



La semana que viene, visitamos los museos de Ingeniero White, desde el Museo del Puerto, y el Museo Taller FerroWhite. Hasta entonces! :)




domingo, 15 de enero de 2017

Descansando en Choele Choel – Plazas, Parques y Costanera

Al tiempo que recorrí la Ciudad de Choele Choel, tuve la oportunidad de disfrutar de sus rincones verdes… Las plazas y plazoletas se intercalan en varios puntos del pequeño trazado, y los parques se presentan desde el mismísimo acceso al pueblo y el boulevard de la Avenida San Martín, aunque indudablemente la expresión natural máxima en la región, la encontramos en el paseo costero del Camping Isla 92.

Y al solcito, bajo los árboles, repasaría algunas notas sobre el origen del lugar…

El 9 de julio de 1879 —en el día del aniversario de la independencia de la Nación Argentina— y durante la segunda campaña al territorio aborigen nominalmente argentino,
autodenominada “Conquista del Desierto” y que fuera comandada por el general Julio A. Roca, el entonces coronel Conrado Villegas fundaría en la isla Pacheco, el «Pueblo de Nicolás Avellaneda», nombre que hacía honor al entonces Presidente de la República. Más tarde mudarían su nombre al de Choele Choel.

Con respecto al significado del nombre Choele Choel, el General Olascoaga le atribuye "espantajos de cáscaras de árbol", señalando que los indios lo atribuían a las cortezas que las crecidas del río dejaban enredadas en los árboles cuando se producían las bajantes.

Rodolfo Casamiquela, por su parte, dice que el problema consiste en determinar si es un vocablo mapuche o tehuelche. Si fuera mapuche podría equivaler a "raza con flor amarilla o amarillenta", mientras que si se tratara de una voz tehuelche significaría "quijarro" o "ripio fino de río".

El asentamiento fue arrasado por una inundación, poco tiempo después de su fundación, y sus habitantes se instalarían en el paraje conocido como Pampa de los Molinos, hasta el 18 de marzo de 1882, fecha en que fue trasladado nuevamente a su actual emplazamiento.


En este nuevo sitio se instalaría una oficina de correos en 1883, y con la llegada de los salecianos en 1891 se fundaría una escuela para infantiles, de dos grados y mixta. Luego se crearía la escuela estatal Nº 10 en 1904, además de la biblioteca popular en 1917, el primer aserradero y el origen del Club Choele Choel.


La región, incluyendo a la isla, es totalmente cosmopolita ya que se ha poblado con razas y etnias de todas partes del mundo. Hay desde refugiados de Laos de la década del 70, hasta ortodoxos rusos.


Ahora si, y porque el movimiento se demuestra andando, nos vamos a pasear por los rincones verdes de esta pequeña pero hermosa localidad… 



Y para despedirme de mi querido Rio Negro, o al menos así sería por este recorrido, se me ocurrió capturar mis últimos instantes cerca de su margen, en video.


La semana que viene, arribamos a Bahía Blanca, para descubrir Ingeniero White




miércoles, 11 de enero de 2017

El Centro Cultural Kirchner

En este nuevo capítulo de mis esporádicos recorridos la Ciudad de Buenos Aires, me interno en las entrañas de un verdadero titán edilicio. Declarado en 1997 Monumento Histórico Nacional, debido a su calidad arquitectónica, su importancia histórica y por las obras de arte que se hallan en su interior, el ex edificio del Correo Central, hoy, Centro Cultural Kirchner, nos espera para sorprendernos por si mismo, y por las muestras y eventos que dentro de sí transcurren.

Este espacio para artes plásticas, espectáculos musicales y exposiciones fue inaugurado el 21 de mayo de 2015 y está ubicado, como es de público conocimiento, en el edificio que fuera anteriormente sede del Correo Central de Buenos Aires.
El centro cuenta con más de 100 mil metros cuadrados, más de diez salas de múltiples usos y una capacidad de hasta 5000 visitantes. Es el más importante en tamaño de América Latina y el tercero a nivel mundial.

Su historia comienza en 2006, cuando el gobierno nacional llamó a un concurso internacional de anteproyectos, a fin de decidir qué nuevo uso darle al edificio para concretar el propósito de emplazar en él el denominado “Centro Cultural del Bicentenario”. Finalmente y de entre más de 340 estudios de arquitectura de más de 20 países, el primer premio se otorgó en noviembre de ese año por decisión unánime del jurado, a los estudios de arquitectura Bares y Asociados (B4FS), de La Plata, y Becker-Ferrari, de Buenos Aires.

El proyecto proponía la restauración, reciclaje y puesta en valor de un edificio histórico, por un lado; y la incorporación de nuevos elementos arquitectónicos, por otro.

Las obras comenzaron en los primeros meses de 2010 y avanzaron en la etapa de restauración de fachadas, transformación de la cúpula en un mirador vidriado y en la adaptación de la llamada "parte noble" en salas de exposiciones. Durante 2012, las obras de construcción continuaron en la otra mitad del edificio que incluye los auditorios y salas de conciertos. El 21 de noviembre de 2012 el Congreso Nacional promulgó la ley Nº 26.794, donde se rebautizó el lugar como “Centro Cultural Dr. Néstor Carlos Kirchner”. La remodelación demandó un presupuesto de 3.811 millones de pesos (700 millones de dólares a la fecha de la inauguración).
  • Principales trabajos sobre el Área Histórica: Las intervenciones sobre este sector potencian el valor histórico y patrimonial del edificio sin desvirtuar su naturaleza, con el objetivo de lograr un óptimo aprovechamiento de los espacios, permitiendo a su vez, apreciar la arquitectura y el mobiliario de época. En esta área se destacan los salones: de Los Escudos, el de Honor, el de los Buzones y el Eva Perón.
  • Principales trabajos sobre el Área Industrial: Se resignifica con la incorporación de nuevos elementos arquitectónicos, lo que genera un contraste con el área Histórica combinando la elegancia neoclásica del edificio con un sector de modernidad. Incluye una jaula tectónica de columnas metálicas que delinean una nueva fachada interior que permite conservar la estructura envolvente original, y a su vez, soportar la inserción de múltiples espacios donde se desarrollan las actividades culturales de mayor convocatoria. Los tres elementos más importantes de este sector son: El Chandelier, una Gran Sala de Conciertos y una sala de música de cámara para 600 espectadores en el primer subsuelo. Además, contará con diversas salas para exposiciones artísticas y auditorios de menor capacidad. El Chandelier, aparecerá como una estructura vidriada colgando desde el techo, semejante a los grandes candelabros suspendidos en halles y salas teatrales y es además un museo de arte contemporáneo que permite a nuevos artistas exhibir sus obras.
La Gran Sala de Conciertos ocupa un lugar central en este espacio. Se trata de una sala sinfónica con capacidad para 1950 espectadores, nueva sede de la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina. Las patas que la sostienen y su enorme estructura ovalada y curva por donde se la mira, genera la idea de una ballena, de allí su denominación de “Ballena Azul”. Esta sala tiene un nivel acústico de excelencia y cuenta con un órgano de tubos, de 4 teclados y pedalera, 3500 tubos y 46 registros con 51 voces y 30 toneladas métricas de peso, diseñado especialmente en Alemania por la firma Klais Orgelbau e instalado en el país bajo la dirección de Philip Klais.

En el primer subsuelo, junto a las 5 mil casillas del antiguo correo que fueron restauradas y colocadas allí, funciona un museo que rememora el pasado del edificio.

La revalorización de la cúpula principal del edificio tiene el objeto de convertir un espacio residual en uno de los puntos más significativos del CCK. En este sector se conservó la estructura metálica y su ornamentación, pero se reemplazaron las pizarras por una superficie de doble vidrio facetado que cuenta con un sistema de luces de led de alta tecnología; permite combinar diversos colores y componer formas y banderas de diferentes países. El avance de las obras en esta parte se pueden observar desde el exterior, durante fechas especiales en que la cúpula se ilumina para sumarse a alguna celebración patria, o bien dar la bienvenida a un mandatario de otro país mediante la confección de su bandera. En este mismo nivel, una terraza mirador es el primer punto panorámico público de la ciudad, junto a un sector gastronómico y otros servicios complementarios que se desarrollan en ese piso.

Los invito ahora a descubrir conmigo, el pasado y el presente de este imponente edificio, así como también, algunas de sus privilegiadas vistas de algunos puntos de la ciudad:


domingo, 8 de enero de 2017

Descansando en Choele Choel – La Ciudad

Dejando atrás General Roca, encaraba la búsqueda del próximo y último destino rionegrino de este viaje. El pequeño pueblo de Choele Choel, me esperaba como una escala para descansar, antes de seguir viaje hacia Bahía Blanca.

La idea me parecía perfecta: Un pueblito a mitad de camino para conocer y pasar la noche, antes de continuar hacia Bahía. Si a esto le agregaba que el nombre me sonaba y mucho, ya tenía motivo suficiente como para acercarme.

La parte emotiva, vino cuando descubrí que acá justamente mi camino dejaba de bordear el Rio Negro: El curso de agua de mayor caudal de la Patagonia, y del cual ya había visto gran parte en mis recorridos, desde su mismísimo origen y hasta su desembocadura en el océano. Como les mostré oportunamente, el Río Negro nace de la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, y fluye en dirección oeste-sudeste en territorio rionegrino hasta alcanzar al océano Atlántico, cerca del balneario El Cóndor, 30 kilómetros al sur de Viedma, capital de la provincia.

Choele se mostraba en el mapa como un destino pequeño, ideal para un dia de caminata muy relajada, cosa que a esta altura del recorrido me venía más que bien… y así fue!

Las actividades que principalmente se desarrollan en la pequeña ciudad son la ganadería y la agricultura, así como también el proceso de manufacturas de las materias primas que se obtienen de la tierra: Tomate, manzanas, peras, frutillas, etc, derivando en la comercialización de dulces, salsas, chacinados, etc.

Anualmente en mayo, la Fiesta Provincial del Ternero homenajea al hombre de campo, con un certamen de doma en la Sociedad Rural, lindera a la ruta nacional 22.


Los invito ahora a internarse conmigo en las calles de la ciudad, disfrutando de la quietud del barrio, y sus detalles:



La semana que viene, nos despedimos de Choele Choel, desde sus espacios naturales

domingo, 1 de enero de 2017

Explorando General Roca – Las Plazas y Los Parques

Y desde luego, tras haber disfrutado de General Roca en Detalle, hoy finalizamos el recorrido por esta ciudad, desde dos de sus museos, pero principalmente, desde sus espacios al aire libre, en donde se pasea, se disfruta, se comparte, y se descansa…

General Roca dispone de varias plazas repartidas en su trazado, destacándose principalmente el tándem que conforman las plazas Plaza Manuel Belgrano y la Plaza San Martín. en el centro de la ciudad.

También podemos encontrar pequeños y bien cuidados espacios verdes, algunos con nombre, como la Plaza de Las Naciones, y otros que de forma anónima, oxigenan a esta hermosa ciudad.

Pero sin dudas, si de plazas hablamos, la estrella, es la que alberga al monumento a la Manzana. Todo un ícono de la ciudad. La misma se encuentra en la intersección del paseo del canalito, y el boulevard que conforma la avenida principal en lo que a centro comercial y de acceso se refiere.

Y hablando del canalito (Cuyo paseo se divide en múltiples plazas también), no podemos dejar de nombrar al imponente Paseo del Canal Grande. La parquización mas extensa e importante con la que cuenta el trazado urbano de la ciudad, el cual no solo también se divide en diferentes sectores parquizados, sino que alberga a la Usina Hidroeléctrica de Roca.

El último gran espacio verde con el que la ciudad cuenta, es ni mas ni menos que el que sirve al tendido ferroviario, aún en uso. (¡No olviden pasar por la oficina de turismo que se encuentra en la estación!)

Y eso si, si van a visitar la Gran Manzana, (No pueden no ir!), dénse una vuelta por el museo El Museo Patagónico de Ciencias Naturales. Está justo enfrente, y ofrece experiencias maravillosas para comprender un poco mas sobre el pasado y el presente de la naturaleza de la región.

Y si de la historia de Roca se trata, pueden darse un vuelta por el Museo Histórico Regional Lorenzo Vintter.

Acompáñenme por todos estos lugares y algunos más, desde el siguiente álbum :)



La semana que viene, iniciamos viaje a la pequeña localidad de Choele-Choel