domingo, 25 de mayo de 2014

Paseando por San Luis, Balde, y las Salinas de Bebedero

Desde Santa Rosa, finalizando mis vacaciones de invierno (primaverales) 2013, y como bonus track, llegué a San Luis.

San Luis tiene diversidad de cosas para hacer, monte, sierras, campo, ríos, cascadas, pueblitos, lagos, quebradas, salinas… Y todo muy accesible desde la capital, por eso es que una vez por año vuelvo a esta cálida ciudad, en busca de nuevas experiencias para mis sentidos.

En esta oportunidad y por primera vez, arribé a la nueva terminal, mucho mas retirada de la ciudad que la anterior. La verdad que está muy linda. Desde el punto de vista estructural creo que es inobjetable: Cómoda como un aeropuerto de mediana envergadura.

El problema es que ahora en vez de ir caminando hacia el centro, la mayoría de los pasajeros, deberá pagar algún tipo de transporte, o en el mejor de los casos, combinar con algún conocido para que vaya a buscarlo.
Como no podía ser de otra manera, y para conocer mejor la ciudad, me calcé la mochila, y emprendí la caminata. Debo decirles que uno pasa por parquecitos y barrios preciosos, por lo que si tienen oportunidad de hacer lo mismo, se los recomiendo ampliamente.

Acá les dejo la serie que hice de ese recorrido:

Hacé click sobre las fotos para verlas mas grandes.
También podés verlas directamente desde Picasa.

Pero claro, no volví para esto…

De mis visitas anteriores me quedaron en el tintero recorrer el pueblito de Balde, y, las Salinas del Bebedero.

Balde es una localidad del Departamento Juan Martín de Pueyrredón, provincia de San Luis, Argentina. Se encuentra a 30 km de la ciudad de San Luis por la Ruta Nacional 7, hacia el oeste (Mendoza), y recibe su nombre debido a que se destacaba en la seca travesía desde la ciudad de San Luis a Mendoza por su "balde" o pozo en el cual los viajeros y sus cabalgaduras podían abrevar.

El principal atractivo de las contadas cuadras del pueblo, son los baños termales de aguas surgentes y naturales, que a sus de 43 °C, poseen muy codiciadas bondades terapéuticas. Las termas poseen piletas de inmersión, camas de reposo, y sala de espera. Además de servicio de camping, parrillas, piletas para lavar, agua potable, energía eléctrica, minimarket, servicio médico y masajista terapéutico.

Las aguas termales son alcalinas, sulfatadas, cloruradas, bicarbonatadas y mineralizadas. El agua bebible, permite la incorporación de minerales como sodio, potasio, calcio, magnesio, flúor. Las aguas para inmersión facilitan los movimientos articulares y musculares, la temperatura actúa como descontracturante muscular y vasodilatador que aumenta el flujo sanguíneo. Los poros se dilatan y los minerales son absorbidos por la piel y pasan al tejido subcutáneo desde donde activan el metabolismo, los sistemas enzimáticos y hormonales.

De más está tener en cuenta la visita a este casi desconocido punto en el mapa, del cual les dejo estas vistas:
 

Muchos de los habitantes de San Luis y de Balde, son empleados en Las Salinas de Bebedero.

Estas salinas se encuentran a 42 km a 15KM  al sur de Balde, en una laguna de agua salada de la Era Cenozoica, la cual al disminuir las lluvias, se convirtió en una depresión, enmarcada por varias fallas geológicas. Es un importante yacimiento de cloruro de sodio (sal de cocina), con 6500 ha y su explotación minera se remonta a 1900 cuando la Laguna del Bebedero evidenciaba ya una fuerte desecación.

La fábrica de Salinas del Bebedero es la más importante de la Argentina, con diseños propios y tecnología europea. Dicha empresa, con la marca "Dos Anclas", abastece el país y países limítrofes, a industrias químicas, petroquímicas, lácteas, pesqueras, frigoríficas, alimentarias.

Llegando, podemos encontrar un retoño del Algarrobo Abuelo, y, una máquina del viejo ferrocarril de trocha angosta.

Con ustedes, mi visita a la salina, en plena cosecha:


También hice algunas fotos de ambos lugares, las cuales les dejo a continuación:

Hacé click sobre las fotos para verlas mas grandes.
También podés verlas directamente desde Picasa.

Como les decía, San Luis tiene tanto para recorrer, que sí, ya sé cual será el destino de mi próxima visita, pero eso, a su momento…

Hasta el próximo viaje!