domingo, 2 de diciembre de 2018

Verano en Mar del Plata

Desde la Laguna de Los Padres, y luego de un par de años de haber visitado La Feliz en Otoño, decidí pasar unos dias en la ciudad de Mar del Plata, para disfrutar de su ritmo y colorido de temporada alta.

Que sensación tan difícil de explicar la que me provoca Mardel…

Si bien es una gran ciudad, tiene un ritmo y una energía muy particular, sobre los cuales no logro descifrar su origen, que parece evidentemente estar entre su gente, su arquitectura, sus calles, sus playas y su afluencia turística.

Como sea, La Feliz enamora, y siempre es bueno volver a pisar este clasicazo de la costa bonaerense.

Sirva pues de complemento este álbum, a los ya desarrollados en mi anterior visita, desde los cuales descubrimos cada uno de los aspectos de esta urbe hermosa.



Y como cada retorno tiene una magia distinta, en esta oportunidad y gracias a mi querido amigo Hugo y su familia, tuve la suerte de cerrar el paseo marplatense en la Casa del Mar.

Éste es un predio que se utiliza como salón de eventos y casa de té, rodeada de naturaleza, con bellos jardines y senderos al mas puro estilo de un mini jardín botánico, con algunas aves de granja.

Cada fin de semana y días feriados, además de la propuesta para la hora de la merienda con té, cafés o mate, se sirven almuerzos, y es una gran excusa para el descanso, y también para descubrir en sus instalaciones, la historia de la propia casona del año 1937, que perteneciera a la familia de Nicolás García Uriburu, quien fue un artista plástico y arquitecto.

De esta visita, les comparto el siguiente álbum de detalles:


¡Nos vemos en el próximo destino!