Si el dia de trekking semi-urbano por la sierra les resultó pesado, nada mejor que terminar la jornada al borde de la laguna. El paisaje y la tranquilidad del lugar, se encargan en todo momento de proporcionarnos relax, y únicamente relax…
Bueno, salvo para los expedicionarios como uno, que inevitablemente salen a explorar los caminos :)
La caminata por la periferia, desde lo que queda de la reducción jesuítica se hace entre unos bosquecitos arbolados que son un lujo. Obviamente la distancia la maneja uno, yo hice todo el circuito sur de ida y vuelta. Una experiencia hermosa, a pesar que las recientes lluvias del dia, se habían encargado de empantanar un poco algunas zonas de tierra, lo que no me permitió salirme demasiado de lo que estipula el mapa.
También podemos visitar, de estar abierto, el museo José Hernández. Una figura de gran importancia, estrechamente ligado al lugar., ya que en 1826, al crearse la "Estancia Laguna de los Padres", se instala el mismísimo creador del Martín Fierro; permaneciendo con su padre más de una década, deduciéndose que partes de la obra máxima de la literatura tradicional argentina se gestaron allí.
El atardecer, será un protagonista absoluto de un cierre de jornada inolvidable, por lo que es imposible no recomendar la visita si lo que se busca es descansar, con la posibilidad de hacer algunos circuitos de trekking liviano.
La próxima semana volvemos a Mar del Plata, esta vez, para disfrutarla en temporada alta…
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