El director estadounidense
Andrew Bujalski ha sido denominado el
Padre del Mumblecore, un subgénero dentro del cine independiente americano que se caracteriza por un presupuesto mínimo y un intento de atrapar la realidad en el celuloide a través de actores no profesionales y la construcción de diálogos naturalistas, aparentemente improvisados pero con un gran trabajo de escritura detrás. La ópera prima de Bujalski,
Funny Ha Ha, que filmó con apenas 25 años, es considerada la obra fundadora del subgénero, y ahora presenta el cuarto film de su filmografía,
Computer Chess, y ya disponemos del tráiler de Computer Chess:
Computer Chess se alzó con el
Premio Mark Sloan en el pasado
Festival de Sundance, un galardón otorgado a aquellos films que abordan el tema de la tecnología o la ciencia, o tienen como protagonista a un científico o a un matemático. Y ahora tiene su mirada directamente enfocada en el
festival de Berlín, donde será presentada en la sección
Panorama, de ahí la presentación del tráiler de Computer Chess. Y es que el film centra su foco de atención en un grupo de programadores informáticos de los años ochenta que investigaban la inteligencia artificial de los primeros ordenadores a través de torneos de ajedrez, y en concreto se desplaza a una convención entre programadores y jugadores de ajedrez celebrada en 1980.
El argumento de Computer Chess permite construir una comedia absurda y existencial, donde se aborda la relación entre seres humanos y máquinas, al señalar la necesidad de insuflar, por parte del ser humano, vida e inteligencia a unas máquinas prehistóricas, que poco a poco han ido ganando terreno hasta llegar a modelar nuestra forma de pensar y relacionar conceptos, y de enfrentarnos al mundo. El ser humano creó algo que, después, lo ha ido modelando progresivamente, y Bujalski pretende atisbar algunas contradicciones inherentes a esta eclosión de la máquina en nuestra vida cotidiana.
El tráiler de Computer Chess muestra una imagen poco definida, con ruido, pero es un efecto buscado por el propio director: como el film está ambientado en una convención de 1980, ha querido buscar el realismo mediante el rodaje a través de una
video cámara Sony en blanco y negro fabricada en 1969. De este modo, permite crear la sensación de que el film ha sido rodado por un video aficionado, un amateur que se ha desplazado con su cámara a recoger en imagen de escasa calidad, y con escasa precisión y cuidado en la composición, la convención que definirá algunas facetas del futuro de la inteligencia artificial. Para ello se ha inspirado en el film experimental de
William Egglestonde los años setenta,
Stranded in Canton.
Y éste es el realismo experimental de Bujalski, que se refleja no sólo en el guión, sino también en la propia textura de la imagen y en las cámaras usadas, con una idea similar a la llevada a cabo por
No, de
Pablo Larraín, que recurría a cámaras de los años ochenta para filmar, con estética televisiva, la campaña por la victoria del No en el referéndum sobre la conveniencia de continuar con Pinochet en el poder. Aunque aquí la textura de la imagen se extiende a toda la narración. Así, todo el aire descuidado que ofrece el tráiler de Computer Chess es, en realidad, totalmente premeditado, y los encuadres abiertos y azarosos son elección estética del director. Nos sumergimos, como un asistente a la convención, en los debates más especializados que definen, en gran parte, las tendencias a la deshumanización de la postmodernidad.
El uso de cámaras de calidad más baja es una constante en la filmografía de
Andrew Bujalski, pues de la mano de su fiel colaborador
Matthias Grunsky, el director de fotografía austriaco que le acompaña en sus rodajes, siempre opta por la utilización de cámaras de 16 mm, en lugar de 35 mm, para otorgar una sensación de baja fidelidad y de ruido en la imagen, de mayor realismo y espontaneidad. De hecho, su estética se aproxima al primer
John Cassavetes, de films caseros con presupuesto ínfimo, y a causa de su estética improvisada también se le ha comparado con
Mike Leigh.
Siempre recurre a actores no profesionales, y sus obras carecen de principio o final, comienzan y finalizan in media res, tratando de captar un fragmento de tiempo, de vida, sin estructuración narrativa que, necesariamente, es siempre un artificio. Son pedazos de vida continua, y todo ello con un guión muy elaborado, que elude los estereotipos e impulsa esa captación de la vida en sus films.
Fuente:
http://extracine.com/2013/02/trailer-de-computer-chess-de-andrew-bujalski-el-ajedrez-como-motor-de-la-inteligencia-artificial