domingo, 27 de agosto de 2017

Conociendo Santiago de Chile – Caminando los Barrios del Oeste

Poco a poco nos acercamos al final de ésta, mi primera aventura por las tierras chilenas. Y no faltaron por supuesto las recomendaciones de amigos y vecinos de la región, para diagramar este circuito: Hoy recorreremos dos de los barrios históricos y patrimoniales más pintorescos de Santiago: Brasil y Yungay.

Iniciamos la caminata desde el sur de los barrios, desde la Alameda, por la vecindad de la sinuosa Concha y Toro, rumbo al centro del barrio Brasil. Éste, originalmente conforma parte del loteo que da origen al vecino barrio Yungay, fundado en 1839. Junto a los barrios Dieciocho y República, fue un característico sector de la clase alta chilena desde mediados del siglo XIX. Por esta razón, se haya una mixtura de construcciones de estilo neogótico, neoclásico y tradicional chileno.

A partir de 1940, los nuevos loteos en la comuna de Providencia y el traslado de la Escuela Militar a un predio del fundo San Luis, hacen que la aristocracia de la ciudad se traslade a la zona oriente de la ciudad. De esta manera el sector inicia una lenta decadencia de marcada por la incapacidad de los nuevos dueños de las propiedades del sector de dar adecuada mantención a las grandes construcciones del barrio.


Debido al abandono y progresivo deterioro de la mayoría de las grandes casonas del barrio, añadido a la degradación urbana general del sector occidente de la comuna, el Barrio Brasil experimentó la pérdida de parte de su patrimonio arquitectónico. Después del terremoto del 3 de marzo de 1985 la Basílica del Salvador fue severamente dañada, lo que llevó a su clausura,


Con la llegada del año 2000, el barrio ha asumido una identidad con la creación de espacios de cultura y arte, de recreación y esparcimiento, además de ser sitio de nuevas construcciones que pretenden atraer familias jóvenes de clase media, al centro de la ciudad. Parte del patrimonio arquitectónico del barrio ha sido renovado con numerosos restoranes y cafés, lo que ha generado un polo de vida bohemia en este sector.


Seguidamente, y encarando mis pasos hacia el Oeste, visité el barrio Yungay.


Yungay es un tradicional barrio residencial, que muestra características propias frente al avance de la modernidad que manifiestan otros barrios de la ciudad. Su hito principal es la plaza homónima, donde se encuentra el Monumento al Roto chileno, que es un homenaje al chileno del pueblo, y su identidad queda marcada por las infinitas expresiones de arte urbano que pueden encontrarse.


Nuevamente y como en Valparaíso, uno recorriendo el barrio, asiste a una verdadera galería de arte al aire libre. Tal es así, que un sector fue declarado Monumento Nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile en la categoría Zona Típica, en 2009.


Tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, el Barrio Yungay y su organización ha sido ejemplo nacional de cómo enfrentar la catástrofe, constituyéndose a pocas horas las Brigadas de Emergencia Patrimonial que lograron enfrentar con cerca de 1.000 voluntarios las primeras horas de la emergencia. Gracias a la acción de la organización, no hubo ninguna demolición total, y luego se desarrolló la campaña “Yo restauro mi Barrio”, con objeto de recuperar el patrimonio arquitectónico del barrio con jornadas de trabajos voluntarios, y la creación de la Escuela Taller de Artes y Oficios Fermín Vivaceta. La respuesta vecinal de Yungay y de sus propios dirigentes, más allá de esperar la ayuda de la administración central, consolidan una identidad de barrio y de conservación de su patrimonio.


Vamos entonces a recorrer las calles de este sector, que tantos detalles esconden!





La semana que viene exploraremos el último hito histórico patrimonial de este recorrido, antes de emprender la vuelta, desde la localidad de Maipú







domingo, 20 de agosto de 2017

Conociendo Santiago de Chile – Los Vecinos

Luego de las inolvidables caminatas por los cerros de Santiago, vamos a tomar un descanso, principalmente en los banquitos de las plazas, para observar y conocer un poco mas del ritmo de la ciudad, y de las costumbres de sus habitantes.

Sobre los vecinos de Santiago, y de acuerdo con los datos recogidos en el censo de 2002, la población del área metropolitana de Santiago alcanza los 5.428.590 habitantes, equivalente al 35,91% del total nacional, y al 89,56 % del total regional. Esta cifra refleja el amplio crecimiento en la población de la ciudad durante el siglo XX: en 1907 había 383.587 habitantes, 1.010.102 en 1940, 2.009.118 en 1960, 3.899.619 en 1982 y 4.729.118 en 1992. Un poco sobre este tema veníamos ya observando con el transcurrir de las caminatas barriales.


El crecimiento de Santiago ha experimentado diversos cambios a lo largo de su historia. En sus primeros años, tuvo una tasa de crecimiento de un 2,68 % anual hasta el siglo XVII, bajando posteriormente a cifras menores al 2 % anual hasta comienzos del siglo XX. A mediados de dicha centuria se produjo una explosión demográfica que se explica por cuanto, en su condición de capital, absorbió sucesivamente la migración desde los campamentos mineros del norte de Chile durante la crisis de los años 1930 y de población proveniente desde los sectores rurales entre los años 1940 y 1960. La gran cantidad de migración sumada a la alta tasa de fertilidad en esa época se reflejaban en cifras de crecimiento anual que alcanzaron a un 4,92 % entre 1952 y 1960. Sin embargo, desde fines de dicho siglo, las cifras de crecimiento se han reducido nuevamente, alcanzando el 1,35 % a comienzos de los años 2000. De igual forma, el tamaño de la ciudad se ha expandido constantemente. Las 20.000 hectáreas que abarcaba Santiago en 1960, se duplicaron antes de 1980 y en 2002 alcanzó las 86 778 hectáreas. Así, la densidad de población en Santiago era de 6255,9 hab/Km² al año 2002.

La población de Santiago ha ido envejeciendo durante los últimos años, tanto por la disminución de la fertilidad como por la mejora en la calidad de vida. Para el año 2007 se estimaba que un 32,89 % de hombres y 30,73 % de las mujeres tenían menos de 20 años, mientras un 10,23 % y 13,43 % tenía sobre los 60 años, respectivamente. En contraste, en 1990 la cifra de menores de 20 años en total era de 38,04 % y de mayores de 60, un 8,86 %, y para el año 2020 se estima que ambas cifras serán de 26,69 % y 16,79 %.


4.313.719 personas en Chile afirman haber nacido en una de las comunas del Gran Santiago según el censo de 2002, lo que equivale a un 28,54% del total nacional. De los actuales habitantes de Santiago, un 67,6% nació en las comunas del área metropolitana, mientras un 2,11% es inmigrante extranjero.

Un 3,3 % de la población de Santiago afirmó pertenecer a una etnia indígena: Un 3,16 % de los santiaguinos se considera mapuche, un 0,05 % aimara, un 0,03 % quechua y un 0,02 % como rapa nui.


Desde los años 1980, el desarrollo de conjuntos habitacionales para la clase media en la periferia, desplazó gran cantidad de la población desde el centro urbano.


Debido a la gran expansión que ha tenido Santiago a lo largo de su historia, su población ha expandido los límites iniciales de la ciudad desde el cerro Santa Lucía hasta sectores de la precordillera, y las riberas del río Maipo por el oriente, hasta los llanos de Maipú por el poniente. Esto ha provocado un constante desplazamiento de los principales centros de concentración de población desde el centro, que ha adoptado el estilo de un distrito financiero, hacia la periferia.

En la actualidad, gran parte de los habitantes se localizan en los sectores periféricos, teniendo las comunas de Puente Alto, La Florida (en el sector sureste) y Maipú (por el suroeste) sobre 400.000 pobladores cada una, duplicando la cantidad de habitantes de la comuna de Santiago. Al analizar las cifras de crecimiento demográfico, las comunas centrales como Santiago Centro, Independencia o San Joaquín tienen cifras negativas, mientras las periféricas superan con facilidad el 4 % e incluso el 20 % como en el caso de Quilicura, en el extremo noroeste.


La expansión de la ciudad ha generado también la notoria diferenciación entre los distintos sectores de la ciudad. Así por ejemplo, el sector oriente (agrupando generalmente a las comunas de Providencia, Ñuñoa, La Reina, Vitacura, Las Condes y Lo Barnechea) se ha consolidado como refugio de la clase más acomodada, convirtiéndose en el lugar con mejor calidad de vida del país. Los sectores periféricos, tanto del suroeste como del sureste más Quilicura, se han desarrollado de la mano con el crecimiento de la clase media desde los años 1980, mientras las clases de menos recursos se localizan en diversas comunas del sector norte, norponiente y especialmente el sector sur de la capital.




La semana que viene, nos vamos a recorrer dos clásicos patrimoniales barrios del Oeste: Brasil y Yungay









miércoles, 16 de agosto de 2017

Breve recorrido por el Palacio Paz

Hace un tiempo combinamos con mi amigo Mariano y nos fuimos a conocer el ex Palacio Paz, hoy sede del Círculo Militar, que tanto habíamos visto en fotos. Hoy finalmente, les traigo un resumen de esta agridulce experiencia.
El Palacio Paz es la tremenda mansión que está frente a la plaza San Martín, en el barrio de Retiro.

En su momento fue una de las mansiones con más lujo y detalles de Buenos Aires, propiedad del aristocrático José C. Paz, fundador del diario La Prensa, y embajador de Argentina en Francia a finales del siglo XIX.

Su dueño encargó entonces la construcción a un arquitecto francés, quien plasmó el estilo con el mejor de los gustos, conjugando influencias a simple vista, principalmente del Palacio Chantilly y el museo de Louvre.

Finalmente, en 1938, el palacio es adquirido por el gobierno argentino y convertido en la sede del Círculo Militar, el museo de Armas de la Nación, y la biblioteca nacional militar.

En la visita nos cuentan toda la historia en detalle, así como muchos de los razgos del dia a dia en la vida de los que habitaban esta mansión. Ese es un detalle tremendamente positivo. Y uno de los pocos por los que vale la pena pagar el recorrido.

¿Por qué digo esto? El palacio es inmenso y está lleno de lujos por donde se lo mire, pero de las 140 habitaciones con las que cuenta, solo visitaremos 7 espacios en la escasa hora que dura el recorrido: El Gran Comedor de Honor, La Gran Galería de Honor, La Sala de Música, La Sala de Estar, El Salón de Baile, El Segundo Comedor y la joya del paseo, y segundo motivo por el cual recomiendo la visita: El Gran Hall de Honor.

¿Pagarías la entrada, que no es económica, sólo por estos dos puntos? Habiéndolo hecho, es difícil no recomendar vivirlo, pero sepan que es eso y no mucho mas: Tiempo para hacer fotos casi no dan (Se permanece unos 10 minutos en cada punto, o tal vez un poco menos incluso), y la luz tampoco ayuda, ya que es bastante tenue en todo el recorrido, así que si la prioridad son las fotos en sí mismas, les diría que tienen mil opciones más en una ciudad tan grande como Bueno Aires.

Para muestra, como siempre, un albumcito:



domingo, 13 de agosto de 2017

Conociendo Santiago de Chile – Los Cerros

Habiendo recorrido gran parte de la ciudad, y habiéndolos visto desde muchos de sus puntos vecinos, ya era hora de abordarlos. Hoy, nos subimos a los cerros Santa Lucía y San Cristóbal, dos de los mas grandes pulmones verdes con los que cuenta la capital chilena, para disfrutarlos y apreciar la ciudad desde su perspectiva en altura.

Comenzaremos por el mas bajo y pequeño de ellos: El Santa Lucía.

Éste es un hermoso parque urbano ubicado en el corazón de la ciudad. Tiene una superficie de 65 300 m² tocando una altitud de 629 msnm. Gracias a su altura, de 69 metros, puede recorrerse íntegramente a pié sin demasiado esfuerzo y en no mucho tiempo.

Las zonas parquizadas son realmente bellísimas, como si de jardines de una gran plaza se tratasen. En nuestro camino encontraremos varios puntos panorámicos desde donde observar principalmente el centro de Santiago, aunque buscando, bien pueden tenerse vistas hacia todos los puntos cardinales, como van a poder ver en las fotos.

En nuestro recorrido nos encontraremos, en el cerro propiamente dicho, además de con las plazitas o terrazas que les mencionaba, principalmente con dos castillos, estando el paseo siempre signado por monumentos y otras piezas de la historia chilena.


Por su parte, el imponente Cerro San Cristobal exige un esfuerzo y tiempos para recorrerlo completamente distintos al pequeño Santa Lucía, que ante éste, luce simplemente como un parquecito con altura.

Con una altitud de 880 msnm y una prominencia de 280 m, es el segundo punto más alto de la ciudad, solo superado por el cerro Renca. El cerro se encuentra entre las comunas de Providencia y Recoleta, teniendo a sus pies al Barrio Bellavista.


El cerro San Cristóbal es parte de un conjunto de montañas, junto a los actuales cerros Chacarillas o Tupahue, su cerro hermano; Los Gemelos y La Pirámide, que forman parte del Parque Metropolitano de Santiago, el parque urbano más grande de Chile y uno de los más grandes del mundo, con aproximadamente 722 hectáreas de extensión.


Recorrerlo a fondo exige fácilmente una jornada completa, aunque podemos ahorrar mucho esfuerzo subiéndolo con funicular o ascensor (Dependiendo de por qué entrada lleguemos), para luego, bajarlo a pie.


Acá el recorrido es muchísimo mas complejo: Las calles permiten tránsito vehicular y podemos elegir la combinación de caminos que mas se adecúen al punto elegido de salida, o bien, se pueden optar por caminos mas rústicos entre los bosques, para practicar senderismo.


En la mitad del cerro, si tomamos el ascensor desde la subida en Bellavista, podemos bajarnos a visitar el Zoológico Metropolitano. En mi caso, preferí seguir viaje hasta la cima, para iniciar mi recorrido en el Santuario de la Inmaculada Concepción. Toda una experiencia para la vista, pero también y para mi sorpresa, para el oído, ya que el sistema de audio al aire libre que lo rodea, es simplemente una maravilla de ingeniería que invade los sentidos.


Desde aquí y en todo el recorrido, las diferentes panorámicas de la ciudad y de los flancos del propio cerro son alucinantes, pero además tendremos la oportunidad de visitar “Miniparques” dentro de este coloso, como por ejemplo el Jardín Japonés o la Plaza Tupahue, entre otros espacios temáticos, como van a poder ver en el álbum que les dejo a continuación.




La semana que viene vamos nuevamente a descansar de los paseos, en un álbum de detalles, pero esta vez, no producto de la mano del hombre, sino, del hombre mismo, conociendo un poquito de Los Vecinos de Santiago






domingo, 6 de agosto de 2017

Conociendo Santiago de Chile – Por los Barrios del Norte

Continuamos nuestros paseos por la urbe de la capital chilena, en esta oportunidad, internándonos por los barrios del norte de la ciudad, en donde entre ferias, mercados, algo de arte callejero y paseos, aprenderemos más sobre las cotidianeidades de nuestros vecinos transcordilleranos.

Esta caminata fue, lejos, la más ecléctica de todas las que hice en Santiago, ya que si bien en las anteriores pude ver diferencias de estilos arquitectónicos, de épocas, y de clases, las progresiones fueron bastante suaves. Por la amplitud de los barrios, los paisajes cambiaban, por tratar de expresarlo de alguna forma, de manera armónica, y en muchos casos, casi sin darnos cuenta.
De hecho, varias de las caminatas que hice se conformaron dentro de un mismo barrio, sin demasiados de estos cambios, pero en el lado norte de la ciudad me esperaba una realidad completamente diferente.

Llegué desde el centro, temprano, ya que la vuelta que había planificado era por demás larga. No les voy a volver a describir el paisaje del centro. Ya lo conocen. En las no tantas cuadras que me separaban del rio, el barrio se hizo mas bajo y añejo, con menos centros comerciales y mas almacenes.

Poco antes de cruzar el Mapocho, llegué a la zona del mercado. Recorrerlo es fantástico. Pueden encontrarse en él todo tipo de productos regionales y comestibles. Claramente es un ineludible para todo visitante de la ciudad.

En la periferia del mercado, las calles se visten de feria. La zona de abasto, muy próxima y ya cruzando el rio, tiene el ritmo marcado por el constante ir y venir de compradores y proveedores de productos comestibles de todo tipo, en su mayoría frescos, aunque también procesados.

Al internarme por el barrio Patronato, y con rumbo este, el arte callejero se hizo presente acompañando casi todas mis vistas. El paisaje acá continúa bajo, y algo derruído, marcando un fortísimo contraste con su vecino inmediato: El barrio Bellavista.

Las modernas líneas de las residencias y centros comerciales, y de sus paseos y circuitos gastronómicos, nada tienen que ver con ninguno de los puntos visitados en el día. Y así, por sus coloridas callecitas, llegaría a la base del cerro San Cristóbal, en donde otra media jornada de caminata y aventuras me esperaba y nuevamente, ante un paisaje diametralmente diferente al vivido esa mañana…



La semana que viene dejamos a un lado el paisaje de cemento, y exploramos los cerros San Cristóbal y Santa Lucía, dos de los mas grandes pulmones de Santiago…