Llegamos al fin de este 2018, y como en cada fin de año, siempre se nos viene inevitablemente un balance.
Éste fue un año de tremendo crecimiento para mí, “y me pasaron”… O mas justamente, hice suceder, una cantidad de cosas que me llevaron por un camino de desarrollo y crecimiento interno más que interesante.
Luego de 7 operaciones, y habiendo estabilizado el ojo que casi pierdo el año pasado por un desprendimiento de retina, una de las mas lindas vivencias que tuve fue la de pasar un mes entre agosto y septiembre, recorriendo Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy.
Los que siguen este espacio, bien me saben explorador e inquieto, por lo que el desarrollo que voy a comenzar el domingo que viene desandando esas aventuras, va a estar cargado de todas las emociones que me trajeron la curiosidad y el perpetuo movimiento.
Obviamente en lo personal viví muchísimo más este año, pero de entre todo, también les quiero compartir mi alegría de haber vuelto a andar en bicicleta después de 25 años de no subirme a una.
Comencé a mediados de junio, tímidamente, con las bicis del gobierno de la ciudad, influenciado y motivado a volver a usar este medio por mi gran amigo Maximiliano Krywionok, quien inició formalmente su camino ciclista cuando cursábamos los primeros años de la secundaria, terminó haciendo de este hobbie su pasión, desarrollándose hasta llegar a obtener dos títulos de Campeón Argentino en Pista.
De esto me había enterado en nuestra primera reunión desde 1996, los primeros dias de febrero del 2017, prácticamente un mes antes de comenzar mi odisea ocular.
En ese momento intercambiamos libros… Porque Maxi también escribió algunas de sus memorias en papel, y las anécdotas de cicloturismo me llegaron de tal manera, que sentí que eso había llegado a mi vida para quedarse.
Volviendo a junio de este año, mis primeras pedaleadas me llevaron a la búsqueda de la bici propia, cosa que increíblemente y por esas cosas sincrónicas de la vida, pude concretar a fines de julio, aunque no sería hasta el alta de la última operación, unas dos semanas después, que podría incorporarla oficialmente a mi dia a dia.
Y lo que comenzó como una aventura de “A ver como me resulta”, terminó siendo una parte fundamental de mi vida. Así es como empecé a hacer circuitos cada vez mas largos y a animarme cada vez a mas… Desde hacer 10KM en dos etapas, se me pasaron estos últimos meses hasta hacer actualmente circuitos de 40KM, a medida que fui ganando confianza, experiencia, y estado físico, en pos de conquistar objetivos mas ambiciosos, en principio, por las rutas de la provincia de Buenos Aires.
Por eso hoy comparto y festejo con ustedes el inicio de este nuevo desafío, desde mis primeros mil kilómetros en bici. Porque mas alegría no me entra en la sonrisa :)
Tengan todos un 2019 lleno de emociones intensas que los hagan crecer, y creer, sobre todo, en ustedes mismos. Salud!
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