En una entrevista en la edición americana de Rolling Stone, el baterista repartió para todos: para los Rolling, para The Who y hasta para Dylan.
Ginger Baker, baterista de Cream, es conocido, aparte de como músico, por no tener pelos en la legua, y así lo demostró en la entrevista que concedió a la edición americana de Rolling Stone: al ser preguntado por qué le parecían los Rolling Stones de hoy en día, el músico contestó que no se acercaría "a menos de diez millas de un concierto" de la banda porque le parecen "malos músicos".
Sus Majestades Satánicas no fue la única banda en salir mal parada de la entrevista: sobre The Who, Baker afirmó que Keith Moon era amigo suyo, pero que "nunca diría que era un buen baterista". El entrevistador, Patrick Doyle, también probó con Bob Dylan, al que tampoco parece mostrar demasiada simpatía. "No soy fan de nadie", sentenció.
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